EL ARQUETIPO DEL INOCENTE

Por: Horacio Ejilevich Grimaldi


Creo igualmente que un día toda la humanidad
Reconocerá en Dios a la fuente de su amor.
Creo que este amor salvador y pacífico
Será un día la Ley.
El lobo y el cordero podrán descansar juntos,
Y todos los hombres
Podrán sentarse bajo su higuera, en su viña,
Y nadie tendrá motivos para tener miedo.”

Martin Luter King.


El inocente encara la vida de una manera espontánea que combina sabiduría ( Inconsciente colectivo ) , locura y tontería. Cuando mezcla estos ingredientes en correcta proporción, los resultados son maravillosos (sería ésta la travesía del Mago), pero en el primer estadio del Inocente al huérfano, esta mezcla se espesa demasiado, es toda una pegajosa etapa de confusión. Este loco nos causa problemas y no aceptamos la caída, la pérdida del paraíso perdido.
También éste Inocente tiene el poder transformador que crea la civilización, la cultura y también puede destruirla.
Este inocente, loco o bufón lo vemos simbolizado de varias formas. Se lo representa marchando por su propio camino libre de cargas de la sociedad, sin tener un sendero que lo guíe, pero viste el traje convencional del bufón de la corte, indicando esto, que conserva en lugar aceptado dentro del orden dirigente.
La costumbre de mantener bufones en la corte y en las casas de familias adineradas, nobles, se inició en tiempos antiguos y continuó hasta el siglo XVII. Esta idea dramatiza que hemos de hacer lugar, para el factor rebelde que llevamos dentro de nosotros mismos y admitirlo en nuestra corte interior.
Suele ser una buena idea ubicar al Inocente en nuestra corte o ( psique) donde podamos vigilarlo.
Excluido de la conciencia nos juega muchas bromas, que si bien son prácticas porque caemos en estados de crisis, o enfermamos nuestro cuerpo o espíritu, nos cuesta apreciarlas en la medida de nuestra necesidad.
Aceptado en nuestro interior este estadio es de gran ayuda al crecimiento interno de nuestras intimas travesías.
El Inocente ( Il Mattto, Le Fou ) porta un gorro de cascabeles de loco que imita directamente una cresta de gallo. Como este anuncia el amanecer de una nueva conciencia un redespertar a viejas verdades.
Nuestro loco o Inocente nos impulsa hacia la vida, donde la mente pensante podría ser demasiado cautelosa, lo que desde lejos puede ser un precipicio, puede resultar una simple zanja. Cuando uno se le acerca con su entusiasmo, su energía ( Elan vitae ) barre con todo lo que tiene delante arrastrando a otros, como hojas en el viento.
Sin la energía del Inocente, todos seríamos figuras de cartón.
El Inocente juega a veces el papel del Diablo que nos atrae hacia la demencia, pero también nos ayuda en la travesía hacia la trascendencia.
Aquí también podemos pensar que el ser humano retorna a sus origines personales, sociales y culturales a aprender las verdades interiores y en esta tarea sus extrañas instructores son el niño que llevamos dentro que apenas ha entrado en el plano racional del tiempo y el espacio, y su loco que a medias a escapado de él porque estos dos juntos están liberados en alguna medida de la presión implacable de los acontecimientos cotidianos, del impacto incesante de los sentidos exteriores que pesa sobre nosotros, es decir de la humanidad ( sub variable sensitiva ).

Este curioso par en su viaje, emprende largas jornadas en su estadio y es así cuando puede volver de este con la rama resplandeciente que caracteriza la figura del bosque de oro por el que vagabundea. Joseph Cooper dice que en los cuentos populares y las tradiciones campesinas europeas el " Tonto " siempre ha sido tratado con respeto especial " no es estúpido en realidad " si no que se lo considera así porque funciona en un nivel diferente. Esta en estrecho contacto con su lado instintivo, representado por el perro que muerde o anda a su lado y tiene una sabiduría propia, el conocimiento aparentemente inútil de lo que dicen los perros cuando ladran, a los pájaros cuando cantan, o las ramas cuando crecen, esto permite al tonto vencer las dificultades que han destruido al fuerte y al listo, liberar a otro de un encantamiento maléfico y conquistar su tesoro (La travesía iniciática).
Este Tonto también representa la aceptación espontánea de las cosas, como ser, la acción natural sin mas interiores y una apertura de mente que permite reconocer las propias limitaciones y estar dispuesto a aceptar ayuda, sea natural o sobrenatural cuando hay que enfrentarse a dificultades que exceden la capacidad ordinaria.
Este Loco o Inocente camina hacia adelante pero también hacia atrás, buscando la sabiduría en la travesía con la inocencia de su infancia. Conecta dos mundos, el contemporáneo de todos los días y la tierra no verbal de la inmaginación, que visitamos ocasionalmente, tratando de reforzar los puentes emocionales de nuestra búsqueda interior en este camino